domingo, marzo 25, 2012
7 días en Extremadura
La semana que hemos pasado en tierras extremeñas nos ha sido suficiente para conocer perfectamente esta, para mi, desconocida Comunidad Autónoma. Eso sí, nos hemos restringido a visitar casi exclusivamente la provincia de Cáceres, de Badajoz sólo estuvimos en la imprescindible Mérida.
Lunes, día 19
Tras la kilometrada por las autovías A-sixty two (autovía de Castilla) y A-66 (autovía de la Plata) llegamos a tierras extremeñas. Un poco antes hicimos una parada en el Barco de Avila para ver su castillo el cual nos llamó la atención desde la carretera.
Decidimos entrar a Extremadura por el Valle del Jerte pensando que íbamos a pillar los cerezos en plena floración, pero nada más lejos de la realidad; ya deberían estar floreciendo pero este año se han retrasado un poco más y apenas han echado flores. Desde el Puerto de Tornavacas (entrada al Jerte) ya vimos con tristeza que no íbamos a poder disfrutar de tan bonito evento.
En el pueblo de Tornavacas paramos lo justo para echar un bocadillo y poco más, el pueblo no nos gustó. Donde sí que paramos fue en el Centro de Interpretación de la Garganta del Infierno, situado entre los pueblos de Jerte y Cabezuela del Valle. Allí hicimos una pequeña ruta para conocer uno de los Monumentos Naturales de Extremadura: “Los Pilones”. Se trata de unas curiosas piscinas naturales horadadas en la roca granítica.
Los Pilones
La ruta que teníamos prevista por la Garganta del Infierno decidimos acortarla y regresar pronto al coche para poder hacer otra ruta que partía desde Navaconcejo, otro pueblo cercano. Esta vez se trataba de ver las Cascadas de las Nogaledas, situadas en el barranco que lleva este mismo nombre. -Consultar ruta en –
Primera de las Cascadas Nogaledas que nos encontraremos
Dando por finalizada la visita la valle del Jerte, atravesamso el puerto del Piornal para llegar al pueblo de Garganta la Olla y hacer noche allí. Tuvimos suerte porque pillamos un chollo de habitación por 20€ aunque la verdad es que pasamos bastante frío…
Martes, día 20
Las primeras horas del día las dedicamos a visitar Garganta de la Olla, un pueblo que nos gustó bastante. Este pueblo ya se puede considerar que pertenece al Valle de la Vera, en este valle los pueblos nos parecieron bastante más bonitos que en el vecino valle del Jerte.
Curiosa casa de Garganta la Olla que se sujeta en un único punto
La siguiente parada la hicimos en el Monasterio de Yuste, lugar donde fue a morir el Rey Carlos I de España y V de Alemania. Los 9€ que cuesta la entrada no se justifican en la visita, a mi el precio me pareció excesivo para lo que ofrece el Monasterio. Después visitamos Cuacos de Yuste, pueblo al que pertenece el Monasterio.
Entrada al Monasterio de Yuste
Plaza de Cuacos de Yuste
La siguiente parada la hicimos en el Guijo de Santa Barbara. Hasta aquí nos desplazamos para hacer una de las rutas senderistas más famosas de toda Extremadura: la Ruta del Trabuquete. Se trata de un recorrido que remonta la llamada “Garganta Jaranda” hasta la zona llamada el Trabuquete donde veremos diferentes pozas; después regresamos hasta el pueblo subiendo antes a la Ermita-Refugio de Nª Señora de las Nieves. Al llegar a la ermita nos quedamos bastante extrañados cuando nos empezó a caer algo de nieve a pesar del día caluroso y soleado que teníamos, cosas de la meteorología… -Consultar ruta del Trabuquete en Senderioja-
Garganta Jaranda
Ermita-refugio de Nª Señora de las Nieves
Después de comer en el Guijo bajamos a Jarandilla de la Vera pero únicamente nos bajamos del coche para ver el Parador Nacional montado sobre un bonito castillo, como el asunto queda lejos del alcance de nuestros bolsillos nos subimos el coche y seguimos carretera.
En Valverde de la Vera paramos para ver las ruinas del antiguo castillo, solo queda en pie una de las torres pero la apariencia del lugar es bastante interesante, en cierta forma recuerda a los castillos de Escocia e Irlanda.
El último pueblo que vimos en la Vera fue Villanueva, allí paramos para ver la llamada “Cascada del diablo”. A pesar de lo poco que ha llovido últimamente la cascada nos pareció que llevaba bastante agua, pienso que en época de lluvias tiene que ser una salto de agua espectacular.
Cascada del diablo
El miércoles no tocaba visitar Guadalupe así que mientras anochecía nos dirigimos hacia allí. Ésta y las Hurdes son la zonas de Extremadura donde peores carreteras encontramos, las cuales en normal han sido muy buenas.
Miércoles, día 21
A pesar de que madrugamos no pudimos entrar a visitar el Monasterio de Guadalupe hasta las 10,30h así que aprovechamos para dar una vuelta por la villa la cual no ofrece demasiados atractivos aparte del Monasterio. El Monasterio lo visitamos de la única forma que se puede hacer: con visita guiada previo pago de la entrada. Se trata de un lugar declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en el año 1993 y en su interior se aprecia el estilo gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico, es decir, desde los siglos XIII al XVIII.
Fachada exterior del Monasterio de Guadalupe
Claustro Mudejar
Por la tarde nos desplazamos hasta Mérida, el único lugar que visitamos de la provincia de Badajoz. Mérida seguramente sea el lugar que mejor ha preservado la arquitectura Romana en toda España; no hay que olvidar que fue la capital de Lusitania, una de las regiones en que Hispnia fue dividida por los Romanos.
Nos alojamso en un resort cercano al centro, comimos en un restaurante y ya dedicamos la tarde ver unos cuantos lugares importantes de la villa. Lo mejor para hacer la visita es comprar una bono que por 10€ te incluye la entrada a todos los monumentos más importantes. Nosotros esa tarde vimos el Circo Romano, el Acueducto de San Lázaro, la Basílica de Sta Eulalia, El Templo de Diana y la Alcazaba Árabe. Cuando cerraron los monumentos nos dedicamos a dar una vuelta por la zona del Guadiana. Pasamos por los dos puentes más famosos: el Puente Romano y el Puente Lusitania diseñado por Santiago Calatrava.
Templo de Diana
Jueves, día 22
Mérida tiene muchos monumentos que visitar así que como el día anterior no nos había dado tiempo a ver todo dedicamos la mañana del Jueves a visitar el resto de lugares. Esa mañana vimos el Anfiteatro y Teatro Romanos, los Columbarios y la Casa del Mithreo. Si tuviera que quedarme con una sola de las cosas que vimos en Mérida sin lugar a dudas elegiría el Teatro Romano, es un lugar impresionante; además, tuvimos la suerte de verlo sin gente ya que entramos a primera hora nada más abrieron las puertas.
Teatro Romano de Mérida
A la hora de comer nos fuimos de Mérida con dirección Cáceres por la autovía de la Plata. En las afueras de Mérida paramos a ver la Presa Romana del Embalse de Proserpina. Decir que a este lugar se puede obviar, nosotros no le vimos apenas interés.
Antes de llegar a Cáceres nos desviamos 14Km hacia el este para acabar en Malpartida de Cáceres. Allí está el Monumento Pure de los Barruecos. Se trata de un lugar protegido por la Junta de Extremadura en el que hay varias lagunas salpicadas de rocas graníticas con formas muy curiosas.
Después de aparcar el coche en el parking habilitado junto al Centro de Interpretación nos dedicamos a dar una bonita vuelta a la laguna de los Barrucos de Abajo. En el recorrido pasamos junto a las llamadas “Peñas del Tesoro”, allí también hay dos de las esculturas realizadas al aire libre por el artista alemán Wolf Vostell. Tras el paseo acabamos la tarde visitando el museo Vostell situado junto a la citada laguna. A Vostell se le considera el fundador de los movimientos Happening y Fluxus. Se trata de un museo de arte moderno muy curioso, hasta ahora creo que es el museo más curioso que he visto en mi vida. Hay obras realmente impactantes. Vostell conoció Extremadura en 1958 y se enamoró de este lugar, por eso decidió abrir el museo aquí.
Tanto la visita como al entorno pure de los Barruecos como la entrada al Museo Vostell (2,5€ cuesta) son imprescindibles para cualqueir turista que se acerque a Cáceres.
Peñas del Tesoro al otro lado de la laguna
Obra de Vostell al aire libre
Obra de Vostell situada en el patio trasero del Museo Vostell
Tras las visitas llegamos a Cáceres y buscamos alojamiento en una pensión situada cerca de unos cines donde vimos la película de los “Idus de Marzo”.
Viernes, día 23
Invertimos la mañana en ver el Centro Histórico de Cáceres, declarado Patroimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1986.
Toda la zona histórica está dentro de las viejas murallas y en ella hay una altísima concentración de edificios con mucho valor histórico. Por no nombrar la larga lista de lugares, sólo voy a citar los más destacados: el Palacio de los Golfines de Arriba, la Plaza Mayor, el Arco de la Estrella, la Torre de Bujaco la Casa de las Cigueñas. No entramos a ningún edificio salvo al museo de Cáceres. Decir que Cáceres es bastante bonito pero al closing ver tantos edificios históricos parecidos se hace un poco aburrido.
Edith en la Plaza Mayor
Casa de las Cigueñas
Después de visitar el centro histórico tomamos el camino que lleva a la Ermita de la Virgen de la Montaña para poder tener una vista desde arriba de toda la ciudad, sin embargo la ermita estaba más lejos de lo que pensábamos y como el camino tampoco period demasiado interesante nos conformamso con llegar a la mitad del recorrido.
Comimos en una terraza de la Plaza Mayor y ya de allí tomamos el coche para dirigirnos hacia otro de los pueblos más importantes para el turismo extremeño: Trujillo. Lo primero que hicimos al llegar fue buscar alojamiento en la Plaza Mayor, auténtico punto neurálgico de la villa y la cual está presidida por la estatua ecuestre del conquistador Pizarro. Trujillo fue lugar de nacimiento de numerosos conquistadores de las Américas, Orellana y Pizarro son algunos de los más famosos. Estos conquistadores trajeron mucho oro y riquezas de sus viajes a las américas y por esta razón en Trujillo se construyeron multitud de palacios y casas nobles.
Plaza Mayor de Trujillo
Tras descansar un poco en la habitación salimos a dar una vuelta por Trujillo. Al igual que en Cáceres, nos restringimos a conocer la zona intramuros. Especialmente nos gustó el castillo, del que están bastante bien conservadas su estructura y murallas. Se puede dar una vuelta completa alrededor de las almenas. Desde el castillo las vistas de los alredodres de Trujillo son brutales.
Castillo de Trujillo
Al bajar del castillo vimos el resto de edificios históricos importantes; a mi personalmente, Trujillo me gustó más que Cáceres.
Sábado, día 24
A primera hora salimos hacia el Parque Nacional de Monfrague, delcarado como tal bastante recientemente, en el año 2007.
Se trata de un Parque en el que no destaca especialmente la belleza de sus paisajes, sino más bien la riqueza de su fauna. Numerosos aficionados a la avistación de aves acuden a Monfrague. La especie estrella es el Buite Negro, un buitre que destaca por su gran envergadura (casi three metros) y por su escasez en todo el mundo. Por suerte, en Monfrague se conservan algunos ejemplares.
Entramos a Monfrague por el sur y la primera parada la hicimos en el Castillo. Se puede subir con el coche casi hasta arriba. Actualmente apenas queda una torre en pie del viejo castillo pero las vistas desde aquí son las mejores del parque. Nos impactó bastante ver los cauces tan secos tanto del Tajo como de su afluente el Tietar, la escasez de lluvias este año está siendo terrible.Ambos ríos se juntan en una zona muy próxima que se ve muy bien desde el castillo.
Panorámica desde el Castillo de Monfrague
La siguiente parada la hicimos en otro de los lugares que son parada obligatoria en Monfrague: El Salto del Gitano. Este lugar es una pared de roca muy vertical donde habitan multitud de aves. En este lugar no encontraremos buitres negros pero sí numerosas parejas de buitres leonados.
Salto del Gitano
La última parada la hicimos en Villarreal de San Carlos, el único nucleo urbano enclavado dentro de Monfrague. El lugar es famoso por tener el Centro de Interpretación del Parque y por ser el punto de salida de tres rutas senderistas muy famosas: Tajadilla (de color amarillo), Castillo de Monfrague (de colour rojo) y Cerro Gimio (de coloration verde). Nosotros hicimos ésta última. Mucha gente se anima a subir al Cerro Gimio ya que se cube que allí sí es más fácil encontrar buitres negros. -Consultar ruta en –
Vistas desde Cerro Gimio
Salimos de Monfrague por el norte e hicimos la siguiente parada en Plasencia. Aquí estuvimos muy agusto echando cervezitas y comiendo tapas gratis. A pesar de ser un pueblo bastante destacado en los circuitos turísticos nosotros dimos simplemente una vuelta rápida. Especialmente nos gustó la Plaza Mayor. Decir que la mayoría de locales hosteleros para tomar tapas están en esta misma plaza sus alrededores.
Ayuntamiento de Plasencia
Coqueto rincón en la Plaza Mayor
Antes de que anocheciera salimos para Robledillo de Gata. Este sería el único pueblo que nos daría tiempo a visitar dentro de la Sierra de Gata y la verdad es que nos gustó mucho. Se trata de un pueblo construido enteramente en piedra y rodeado por tres de sus cuatro costados por altivas montañas. En Robledillo tuvimos la suerte de alojarnos en una casa rural entera para nosotros solos por el precio de alquiler de una habitación. Estuvimos muy a gusto a pesar del frio que pasamos ya que no hubo manera de hacer prender la leña que teníamos para la hoguera.
Una de las calles de Robledillo de Gata
Domingo, día 25
El último día del viaje lo teníamos reservado para visitar la comarca de las Hurdes. Esta es una zona situada al noroeste de la provincia de Cáceres que limita la norte con Salamanca y que ha tenido fama de estar muy atrasada respecto al resto del a Península Ibérica. En parte a nosotros nos pareció cierto, a la gente la vimos bastante más “cerrada” y reservada. Las carreteras para moverse por allí no tienen nada que ver con el resto de Extremadura. son carreteras de montaña muy sinuosas. Supongo que esta es una de las razones para que hayan estado tan aislados. Hay multitud de pueblos para visitar en las hurdes pero nosotros tuvimos que elegir solo dos por falta de tiempo.
Primero estuvimos en El Gasco. El pueblo no nos gustó, quizás no supimos captar el ambiente que se supone que tienen estos pueblos. Aquí hicimos la ruta de 2Km que lleva al Salto de la Miacera, una de las cascadas más espectaculares de Extremadura pero no la pudimos ver ya que bajaba sin gota de agua.
Arquitectura tradicional en El Gasco
La otra parada la hicimos en Riomalo de Abajo, ya en la frontera con Salamanca. Hasta aquí llegamos para hacer una ruta de 3Km ida y otros tantos de vuelta para ver el Menadro Melero desde el Mirador de la Antigua. Se trata de un meandro muy espectacular que hace el rio Alagón al pasar por esta zona. Decir que no merece la pena subir a pie ya que la caminata se hace por una aburrida pista por la que se puede transitar perfectamente con el coche.
Meandro Melero en el río Alagón
Aquí dimos por acabado nuestro viaje por Extremadura. De aquí buscamos carreteras comarcales que nos sacaron a la autovía de la Plata que nos llevaría de regreso a Logroño.
4 comentarios:
Anónimo dijo…
Hola chicos. chaquetas de montaña
Menudo viajecito más chulo habeis hecho, he estado siguiendo la ruta y son un montón de kilómetros.
Saludos
Carmen
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