miércoles, 14 de diciembre de 2011
Esta es la primera ruta que realizamos,recorrimos el monte público El Sotillo, situado en el Término Municipal de Fuenlabrada de los Montes y dentro de la Reserva Regional de Caza del Cijara. Nos situamos en La Siberia, comarca situada en el extremo noreste de la provincia de Badajoz, limita con las de Cáceres, Toledo y Ciudad Actual; se extiende por un paisaje que no deja de sorprender al visitante. Bosques, serranías agrestes y vastas masas de agua embalsada, aprovechando el caudal de los ríos Guadiana y Zújar (es la zona de mayor número de kilómetros de costa inside de España), convierten la comarca en una excelencia ecológica sin igual.
La comarca de La Siberia es una zona eminentemente forestal, en donde la comunión sociedad-monte se ha articulado en perfecta armonía a lo largo de los años, dando trabajo y riqueza a los vecinos de la zona, al mismo tiempo que ha respetado y protegido sus bosques creándose una envidiable cultura forestal que pervive entre sus gentes.
Paseando por La Siberia nos encontramos formaciones vegetales con gran biodiversidad. Podemos admirar dehesas y bosques mediterráneos de encinas, alcornoques, pinos, quejigos y rebollos; manchas de matorral con madroños, lentiscos, durillos, labiérnagos, and so forth; imponentes masas mixtas de repoblación formadas por pinos piñoneros y negrales con encinas, alcornoques y quejigos. Por los montes de la comarca campean los ciervos, corzos, gamos y jabalíes; además, con suerte podemos ver, entre otras muchas especies protegidas, águilas reales e imperiales, buitres negros y leonados, búhos reales, alimoches, cigüeñas negras, ginetas, gatos monteses
Inicio de la ruta
SITUACIÓN: En el monte público El Sotillo”, situado en el Término Municipal de Fuenlabrada de los Montes y dentro de la Reserva Regional de Caza del Cijara.
ACCESO: Por la pista forestal que va desde Fuenlabrada de los Montes a la Reserva de Cijara.
CARACTERÍSTICAS DE LA RUTA: a pie; longitud eleven,3 Km; duración de la marcha 3-4 horas; dificultad media.
VALORES. Bosques de pinos, quejigos, encinas y manchas de monte mediterráneo. Formaciones geológicas. Especies protegidas.
INFRAESTRUCTURAS: Refugio y agua potable.
LIMITACIONES AL USO: Desde 1 Octubre al 28 de Febrero, a fin de evitar posibles coincidencias con alguna cacería, consultar limitaciones al teléfono de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente: 924011000. Del mismo modo, entre el 1 Junio y el 31 Septiembre, en fecha de Peligro Alto de Incendios, consultar posibles limitaciones al mismo teléfono.
EL RECORRIDO: Partimos desde el aparcamiento del Collado de El Sotillo” donde por una senda entre jaras llegaremos a una instalación provisional de detección de incendios. Caminamos por vereda entre la vegetación hasta nuevo collado y pista forestal, que tomamos en bajada dejando a nuestra izquierda una barrera de pista. Seguimos relajando las piernas y disfrutando del paisaje de coníferas. Rodeamos una charca. Recorremos una calle de saca de madera. Llegamos a una pista forestal hasta llegar a un arroyo y lo acompañamos en su descenso bajo denso bosque de pinos hasta una curva sin vegetación que tomaremos a la izquierda por un tramo de cortafuefos. Tomamos pista hasta llegar a un cruce donde nos desviamos para llegar al Estanque de El Sotillo”, donde encontramos el Refugio Forestal de Andrés”. Aquí podemos llenar nuestra cantimplora y tomar un descanso acompañados de tupida vegetación, silencio y tranquilidad. Volveremos al cruce y siguiendo las indicaciones llegaremos a una galería boscosa. Tomamos una pista a la derecha y otra a la izquierda, pista esta última que seguimos hasta llegar al aparcamiento donde comenzamos.
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Escarpadas y abruptas montañas, frondosos bosques, rios, arroyos configuran esta ancestral tierra de belleza indescriptible.
Conociendo, disfrutando, divulgando y colaborando en la medida de nuestras posibilidades, en la protección de sus espacios ropa de mujer deportiva naturales, su flora y su fauna salvaje, contribuiremos a que generaciones posteriores, disfruten de esta tierra mágica.
Nuestra conducta cuando nos internemos en sus bosques, en la montaña no ha de ir encaminada solo hacia nuestro propio disfrute, sino a colaborar en defender la supervivencia de todos los seres vivos que comparten este espacio con nosotros.
Solamente si respetamos sus costumbres, su hábitat natural, solamente así, tal vez mañana en la cumbre de una montaña, en un claro de un bosque podamos en compañía de nuestros hijos de nuestros compañeros de ruta, mientras comemos un bocadillo, observarlos en todo su esplendor y compartir con ellos un momento único y mágico.
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