martes, 6 de marzo chaquetas de montaña de 2012
Esta es la historia de un caso que ha cambiado España, un caso ilógico, increíble, y para casi todos injusto.
Toda la justicia mundial se ha visto sorprendida, por una sentencia extraña y poco comprensible. Expongamos el caso objetivamente:
Contador da positivo por 50 pg/ml de clembuterol, cantidad insuficiente para mejorar el rendimiento.
Contador argumenta un posible consumo de carne contaminada.
Tras múltiples juicios, sale a la luz la sentencia para Alberto, 2 años de sanción, la devolución de los títulos ganados y 2,5 millones de multa, negando además que este se haya dopado.
La pregunta es: ¿Por qué hay sanción si no se ha dopado?
Esto es lo que no es comprensible. Dicen algunos que simplemente han seguido el reglamento, aferrándose a los cabos sueltos que este presenta, siendo lo más duros que fuese posible con él. Queda claro, que podía haber sido simplemente amonestado, pero parece ser que al TAS no le parecía suficiente.
Este reglamento, anticuado, condena a alguien por tener algo en su cuerpo, aun sin haber ninguna intención negligencia por su parte. Por lo tanto, son las leyes en las que se basa las culpables, en el caso de Alberto, del problema, y son ellas a las que tenemos que criticar, no al Tribunal.
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